Hace un par de momentos J me escribió. Él, el chico, el hombre al que amo, el que me parece el más guapo, el más inteligente, el más talentoso... me ha dicho que ya bye. Me dijo que le cansa que siempre sufro, que siempre soy sumisa,, y que siempre lloro. Que detesta que todo lo vea con amor y no me dé cuenta de mi realidad.
Ya ha pasado millones de veces pero creo que es momento de que afronte que esto tiene que acabar, que ya no puedo perder más años así. Él fue quien más me apoyó para salir de mi ED cuando todo se puso terriblemente crítico, él me orilló a pedir ayuda, él fue un príncipe. Pero hoy por hoy las cosas son distintas y debo seguir adelante. No sé si seguir aferrándome a Ana y Mia, pero quizá me ayuden por un tiempo a hacer las cosas llevaderas, y posteriormente cambie mis hábitos.
Ahora sólo sé que me arde la muñeca derecha de haberme hecho daño por los nervios, y que tengo que hacer (y quiero) la tarea que me dejó la psicóloga, que cuando acabe me iré a dormir y que mañana me espera un día ajetreado, bendito dios. No sé exactamente qué pasa, ya no tengo ganas de llorar más por él hoy, pero les prometo que él es ese dolor que me hace querer morir. Hubiera dado prácticamente cualquier cosa porque me amara y actuara congruentemente a ese amor.
Pero las cosas no son necesariamente como nosotros queremos, y la vida sigue, a pesar del dolor.
Sólo hoy, sólo por esta noche, ni siquiera voy a poner una música triste para seguir llorando su partida. Hoy mi música van a ser los latidos de mi corazón que se aferra a seguir palpitando.
Hoy acaba de morir una parte de mí.
